Uno de los propósitos más habituales y repetidos cada año es el de apuntarse al gimnasio y, durante estas fechas, son muchas las personas que comienzan a entrenar y es por ello por lo que te voy a dar algunos consejos para que empieces con buen pié.
A parte de lo que hablamos a continuación es importante que te fijes tus objetivos. Busca objetivos que puedas medir, que puedas dividir en objetivos más pequeños, ponles fechas y apuntalos en un lugar visible para tenerlos siempre presente. A partir de hay, enfoca tu entrenamiento y dieta para lograrlo.
Sé constante
Tanto con las dietas como con el entrenamiento lo importante es la adherencia. Cuando nuestro objetivo es perder peso, ganar músculo o ganar fuerza hablamos siempre de un objetivo a largo plazo. Hablamos de meses y nunca de semanas o días.
Algo que me ha funcionado muchas veces es apuntar en un papel los días de la semana que voy a ir al gimnasio. Este papel lo pones en un lugar visible y cada día, cuando llegue el momento de entrenar, la única pregunta que debes hacerte es «¿hoy es día de entrenamiento?». Si la respuesta es sí, te vistes y vas al gimnasio sin importar si hace o no hace frío o si estás o no estas cansado.
Al principio habrá muchos días que irás casi sin ganas, pero después de unas dos o tres semanas te saldrá solo y es ahí, cuando llegas a este punto, cuando de verdad puedes conseguir cambiar tu físico y mejorar tu salud de forma permanente.
Enfócate en los ejercicios básicos
Cuándo empezamos es muy habitual basar tu entrenamiento en máquinas y evitar casi del todo la zona de peso libre. Esto es un error, pero es que encima, cuando vamos a la zona de peso libre lo hacemos para coger unas mancuernas y hacer un simple curl de bíceps y no para coger una barra y hacer una sentadilla.
A largo plazo, aprender a realizar correctamente ejercicios como las sentadillas, el peso muerto, press de banca o un remo con barra te ayudará a ganar más músculo y fuerza evitando estancamientos y progresando así también en el resto de ejercicios. Son ejercicios fundamentales que creo que todos deberíamos hacer y muchas veces, por desgracia, ni siquiera nos paramos a aprenderlos.
Entrena cada músculo, al menos, dos veces por semana
Es muy común comenzar en el gimnasio siguiendo una rutina de entrenamiento Weider en la que le dedicamos un día completo a cada grupo muscular y, al final de la semana, realizamos un entrenamiento por grupo o, lo que es lo mismo, una frecuencia uno.
Los estudios, a día de hoy, dejan claro que entrenar dos veces cada grupo muscular a la semana nos dará mejores resultados en cuanto a hipertrofia y fuerza. Mi recomendación, haz una buena rutina torso-pierna cuatro días a la semana de esta forma además de trabajar cada músculo dos veces por semana evitas el siguiente punto de esta lista.
Las piernas también se trabajan
Este consejo es casi exclusivo para los hombres, ya que nunca he conocido a una mujer que no haga piernas en el gimnasio, pero trabajar tanto las piernas como los glúteos es fundamental para ambos.
Para conseguir el equilibrio, un físico más estético, mejorar tu fuerza e incluso quemar grasa. Estas son algunas de las razones por las cuales deberías de entrenar piernas con la misma intensidad que el torso e incluso más.
Más no siempre es mejor
El descanso también juega un papel fundamental tanto a la hora de perder peso como a la hora de ganar masa muscular y por ello es importante dormir bien y no pasarnos con los entrenamientos.
No me gusta ni siquiera mencionar la palabra sobreentrenamiento, porque creo que le tenemos más miedo de lo que deberíamos. Si planificas bien tu entrenamiento, comes lo suficiente y duermes por las noches no vas a llegar nunca a ese punto. Debes escuchar a tu cuerpo y si un día estas agotado, que te pesan las extremidades y las ganas para entrenar son pocas, quedarse en casa puede ser una buena idea.