Los ciclistas tenemos una cosa en mente: entrenar. Pero no entrenar con cabeza y de forma estructurada, sino entrenar más y mejor. Cuanto más duros sean los entrenamientos, más cansados lleguemos a casa y más horas entrenemos a la semana… Pues mejor. ESTAMOS EQUIVOCADOS. No por entrenar más se va a mejorar más rápido y en mayor medida, la clave es la supercompensación, y para ello debemos descansar.

El fenómeno de la supercompensación es uno de los más básicos que hay en el ciclismo. Si no lo aplicamos bien, es imposible alcanzar nuestro máximo rendimiento.

¿Qué es la súpercompensación?

Cuando realizamos un ejercicio físico de cierta intensidad, el cuerpo sufre un estrés. Lo que se trata es de estresar el cuerpo lo suficiente como para que necesite generar unas adaptaciones que le permitan realizar dicho ejercicio sin problema. Dicho de forma más sencillo, debemos forzar la máquina para obligar al cuerpo a tener que mejorar para soportar ese nivel de estrés muscular.

Lo que ocurre cuando entrenamos:

*Entrenamiento: Producimos una serie de estímulos como consecuencia del entrenamiento. Debemos entrenar por encima de lo que el cuerpo está acostumbrado. Este estrés provoca una fatiga que necesita recuperación.

*Recuperación: La recuperación y nutrición adecuada permite que las reservas de energía y rendimiento vuelvan a al estado original. No tiene por qué ser un descanso de no hacer nada, podemos incluir descanso activo… Caminar o ejercicio muy suave.

*Supercompesación: Después de recuperar de forma adecuada tras un esfuerzo para el cual no estábamos preparados (de ahí la razón de entrenar por encima de nuestro nivel)…. Nuestro cuerpo tratará de adaptarse ante un posible ejercicio del nivel que previamente hemos realizado.