La pretemporada es un buen momento para hacer cambios enfocados a aumentar tu rendimiento la próxima temporada. Perder peso es uno de los cambios que permite obtener ganancias a la mayoría de los ciclistas de montaña.
Hacer una subida larga con un peso corporal de 70 kilos es mucho más fácil que con 75 kilos. Con un peso corporal más liviano, no tendrás que trabajar tan duro, correrás más rápido y te divertirás más en las salidas en grupo.
Bajar de peso no es fácil. Se requieren cambios nutricionales y controlar las cantidades que ingieres. Estos factores pueden tener un impacto negativo en tu entrenamiento y el rendimiento inmediatos. Una buena estrategia es perder peso ahora, fuera de temporada, para no interferir con el entrenamiento cuando sea necesario. Baja a tu peso de competición antes de la temporada para que puedas mantener un balance de calorías neutrales para un entrenamiento intenso durante la temporada.
Para los ciclistas de montaña, en particular, hay más beneficios al disponer de un menor peso corporal debido a los desniveles pronunciados de las carreras. Un físico más delgado y liviano y una mayor relación potencia/pesote permiten mejorar en otras áreas.
1. Aceleraciones más rápidas
Las aceleraciones son importante en el ciclismo de montaña. En el inicio de la carrera comienza, en los sprint finales, el aumento de velocidad en subidas cortas y empinadas, son situaciones habituales donde necesitas acelerar. Con menos masa para mover, puedes acelerar más rápido con la misma potencia. En un recorrido con 50 curvas esto suma. Para subidas cortas y empinadas, una aceleración rápida puede marcar la diferencia entre por o no poner el pie en el suelo.
2. Cambios de posición en el sillín
La próxima vez que salgas con tu bicicleta de montaña, cuenta cuántas veces haces el cambio de sentarte a levantarte en el sillín. Probablemente más de lo que te imaginas. Los ciclistas de montaña cambian de posición muchas veces. Tener unos kilos extra en tu torso es una penalización cada vez que te levantas. Ser más ligero hará que estos cambios de posición sean más rápidos y consumirás menos energía.
3. Mayor agilidad y eficiencia
En las secciones técnicas, los ciclistas más pequeños, más ligeros, son más ágiles y se mueven más rápido sobre la bicicleta. Mira algunas imágenes de carreras élite de la Copa del Mundo y verás con qué facilidad bailan en sus bicicletas.
4. Motivación aumentada
Haber entrenado correctamente para una carrera y sentirte más ligero, aumenta la sensación de preparación y aumenta tu emoción sobre el rendimiento. Esta situación se retroalimenta ya que la alta motivación promueve buenos hábitos de entrenamiento y la disciplina hasta el día de la carrera. Estar en tu peso de competición te hace sentir preparado para la carrera y aumenta tu confianza.
5 Los ciclistas más delgados compiten mejor en climas cálidos
El aumento de temperatura corporal durante las carreras hace que tu cerebro le diga a tu cuerpo que disminuya la velocidad y se enfríe. La grasa es un buen aislante con lo que un ciclista más delgado perderá calor más fácilmente durante el ejercicio intenso y en los días calurosos que un ciclista con más grasa corporal. Hay más beneficios que el simple hecho de tener menos aislamiento que promueva un mayor rendimiento en los ciclistas más delgados en los días calurosos. El músculo es más denso que la grasa, por lo tanto, un ciclista más delgado es más pequeño con una mayor relación de área de superficie a volumen que un atleta más gordo, lo que le permite disipar el calor más rápidamente.
6. Consideraciones de hidratación
La deshidratación reduce el rendimiento. La grasa contiene un 10% de agua, los músculos contienen un 78% de agua y la sangre contiene un 75% de agua. Un ciclista más delgado lleva más agua encima al comienzo de una carrera y también tendrá más glucógeno almacenado. El glucógeno libera agua cuando se metaboliza, lo que también contribuye a la hidratación. Los atletas más delgados pueden sudar más antes de que la deshidratación afecte el rendimiento.
7. Buen retorno de la inversión
La relación potencia/peso es clave para el rendimiento. Para un atleta que está en forma y que ha estado entrenando durante algunas temporadas, perder peso corporal a menudo es más fácil que aumentar la potencia para aumentar la relación potencia/peso. Además, reducir el peso en tu cuerpo es mucho más barato que reducir el peso en tu bicicleta.
8. Mayor comodidad
Este beneficio es significativo para los corredores de larga distancia. Menos peso encima del sillín significa menos llagas y unas piernas más delgadas dan como resultado menos rozaduras. Esto no afecta el rendimiento en sí, pero afectará significativamente al disfrute en un rodaje largo. El sudor, la suciedad y la piel cruda no son una combinación agradable y pueden distraer de la experiencia general de la carrera.
9. Mejor tracción
Los ciclistas ligeros pueden correr con una presión más baja en los neumáticos y tener una mejor tracción y realizar los giros más rápido sin temor de que los neumáticos se deformen.
10. Mejora de la salud
Perder peso es bueno para tu salud. Puede disminuir la presión arterial y protegerte de la diabetes y el cáncer. Un cuerpo más sano es bueno para el entrenamiento y el rendimiento.
A medida que te acercas a tu peso ideal de carrera, hay ganancias cada vez menores.
Los corredores masculinos de élite de la Copa del Mundo de MTB mantienen entre el 6 y el 13% de grasa corporal. Las corredoras élite femeninas de la Copa del Mundo están en un rango de entre el 14 y el 20%.
Dejar caer el peso por debajo de estos rangos es el umbral donde los beneficios de salud y rendimiento son superados por los aspectos negativos de la desnutrición.