Pocos pescados hay tan bien valorados entre los nutricionistas como el lenguado, que además está muy indicado para los niños porque apenas tiene espinas. España es la cuarta potencia mundial en producción de este pescado blanco

Es habitual encontrarse con él en el supermercado, en restaurantes o en las mesas de cientos de familias. El lenguado, de nombre científico Solea senegalensis, es un pez plano, de tonos que viran al marrón y un cuerpo salpicado por pequeñas manchas más oscuras. Sobre la mesa, es muy apreciado por la gran cantidad de Omega-3 que posee, lo que lo convierte en un gran aliado para una dieta nutricionalmente equilibrada, que además incluye todas las propiedades idóneas para el desarrollo de los más pequeños.

El lenguado es una especie presente en la acuicultura española con enormes beneficios nutricionales, porque es rico en potasio, magnesio y fósforo

Lo más importante para la salud viene ahora: es rico en potasio, magnesio y fósforo, minerales que nos ayudan en nuestra actividad muscular o nerviosa, además de contribuir al fortalecimiento de la memoria. Su consumo está especialmente indicado para personas que realizan deporte con frecuencia o estudiantes que se encuentran en las etapas donde necesitan rendir. Además, apenas tiene espinas y estas son fáciles de separar, lo que hace que sea ideal para dárselo de comer a los niños.

La carne blanca, magra y delicada de este pescado de aguas templadas, que está presente en la acuicultura internacional desde los años 80, es muy apreciada a la hora de preparar cenas o comidas ligeras. Se puede cocinar simplemente a la plancha, pero también se puede hornear o acompañar de una de las salsas francesas más conocidas, la meunière. El precio hace accesible esta delicia para todos los bolsillos y como es un producto siempre disponible en mercados, pescaderías y supermercados, gracias al progreso del sector de la acuicultura en España, forma parte del menú de los hogares.

Y es que el lenguado es también una especie relevante en la acuicultura española. Frente a otros modelos productivos del mundo, la acuicultura de España presenta más diversidad, porque no se centra en una o en pocas especies, sino que apuesta por introducir más tipos de pescados y ofrecer mayor variedad para el consumidor. Un 5,5% de la actividad se realiza en aguas de interior o dulces, mientras que el gran porcentaje, un 94%, se hace en aguas marinas. En estas últimas es donde habita el lenguado, un pez de sabor suave que puede medir hasta 60 centímetros de longitud y cuyo peso puede alcanzar los dos y tres kilogramos, aunque hay tallas comerciales menores aptas para platos de ración individual.

La acuicultura española jugará un papel importante en los próximos años para alimentar a la población con pescado de calidad, sin forzar los ecosistemas silvestres en mares y ríos

Que el lenguado u otras especies menos habituales formen parte de la acuicultura atiende a la principal misión de este sistema de producción de alimentos: ofrecer productos de calidad, pero también nuevos, que aumenten la diversidad de la oferta en los mercados. Gracias a los profesionales del sector, que trabajan en todas las fases de los proyectos acuícolas, se produce una mejora constante que permite aumentar la modernización en las plantas nuevas o ya existentes.

La acuicultura española es la mejor opción para alimentar a la población mundial con pescado de calidad, a un precio asequible y sin forzar los ecosistemas silvestres en mares y ríos. Según la FAO, de hecho, en próximos años, la acuicultura jugará un papel clave para alimentar a millones de personas de una forma sostenible.