Seguro que alguna vez has oído alguna conversación sobre la importancia de la liberación miofascial en deportistas. Pero es un tema que genera demasiadas dudas así que vamos a tratar de explicar brevemente qué es la fascia, la liberación miofascial y por qué los ciclistas pueden prevenir lesiones con un mínimo conocimiento sobre este tema.
¿Qué es la fascia?¿Y los puntos gatillo?
La fascia es un tejido colágeno que recubre los músculos y órganos de nuestro cuerpo, su función es la de dar uniformidad a la vez que proteger a músculos y vísceras de huesos y articulaciones.
En su estado normal el sistema fascial se encuentra relajado, pero algunas causas como malas posturas, movimientos repetitivos, traumatismos o incluso una enfermedad pueden alterar el sistema y produce dolor muscular o articular, tensión y alteraciones en la longitud de músculos, entre otras.
Los puntos gatillos miofasciales o trigger points (en inglés) son zonas donde se acumula la tensión y se pueden identificar al tacto porque producen nodulos palpables en la zona dolorida.
El ciclismo es un deporte de bajo impacto muy beneficioso para las articulaciones, pero por contra se realizan movimientos repetitivos que pueden producir alteraciones en la fascia si no se adopta una postura correcta sobre la bici. Y ya sabemos lo difícil que puede ser adoptar una postura correcta en la bicicleta.
La liberación miofascial para prevenir lesiones
El interés sobre las técnicas de liberación miofascial no se popularizaron hasta la década de los años 80, así que podemos decir que estamos ante una técnica relativamente nueva. A pesar de su corta aplicación en el ámbito deportivo es una de las que mejores resultados da a nivel generl y por eso se ha hecho tan popular.
La liberación miofascial es una terapia manual en la que a través de movimientos y presiones sobre todo el sistema fascial se liberan las tensiones y se recupera movilidad.
Son los fisioterapeutas especialistas los encargados de aplicar esta técnica, así que os recomendamos que acudáis a ellos si padecéis algún dolor de este tipo.
Pero de manera habitual también se pueden realizar automasajes que relajen el sistema fascial y ayuden a prevenir lesiones relacionadas con las tensiones y malas posturas diarias. La manera más sencilla de realizar estos automasajes es mediande utensilios como el foam roller, que son baratos y fáciles de aprender a utilizar.
Así que desde aquí os recomendamos que aprendáis alguna rutina sencilla de liberación miofascial y la probéis durante algún tiempo. Seguro que descubrís que vuestros movimientos se vuelven más ágiles y como por arte de magia desaparecen esos molestos dolores que son difíciles de identificar pero resultan muy incómodos al montar en bici.