A la hora de hablar de la importancia del desayuno, lo primero que quiero aclarar que “el desayuno no es la comida más importante del día, sino una de ellas, ni más ni menos importante que las demás”. El problema está en la calidad del desayuno y no tanto en no desayunar. Quizás sea mejor no desayunar que ingerir alimentos insanos: cereales refinados muy azucarados, grasas trans, poca fibra, escasa o nula proteína, inexistentes grasas saludables… además se comete el error de desayunar siempre lo mismo, y esto debe cambiar.

Alberto Cebollada – 19/04/2019 18:24

El desayuno no es la comida más importante del día

Trata de instaurar aquella estrategia que mejor se adapte a tus características y necesidades particulares, esto es: desayuna de acuerdo a las necesidades diarias de cada jornada. El desayuno, como el resto de comidas, debe ser sano, variado y equilibrado. Tomar todos los días los mismos productos y la misma cantidad no está bien desde el punto de vista nutricional. Además la ciencia desmiente que el desayuno sea la comida más importante del día e incluso desmonta la creencia popular de que no desayunar sea perjudicial.

En mi opinión el desayuno será más o menos importante dependiendo de la actividad posterior que vayas a realizar. En el caso de un deportista es evidente, pues la cantidad y el tipo de nutrientes dependerán del deporte, la intensidad y la duración de la sesión prevista. No existe el desayuno ideal y sí un desayuno individualizado acorde a las necesidades nutricionales del individuo en ese día concreto. No puede ser que desayune igual un oficinista que un minero, como no debe ser igual el desayuno de quien va a jugar un partido de pádel y del que vaya a realizar una ruta de 100 km en bicicleta. Un mismo deportista debería adaptar su desayuno al tipo de entrenamiento. Mis recomendaciones al respecto son:

· Respeta un horario y dedica de 15 a 20´ a desayunar sin prisas,invierte un tiempo en preparar el desayuno o bien déjalo preparado la noche anterior. Tanto si desayunas mucho, poco, o no lo haces y luego almuerzas, lo importante es consumir productos nutritivos, ingerir solo las calorías necesarias y variar los alimentos. Crear un hábito te ayudará a poder controlar la calidad y cantidad de calorías que ingieres en relación al tipo de esfuerzo/trabajo que vayas a realizar.

· Olvídate de los productos industriales envasados y los muy elaborados como los típicos cereales de desayuno, galletas, magdalenas o mermeladas, todos ellos muy azucarados y probablemente con grasas hidrogenadas. Opta por productos frescos como las frutas y cereales de grano entero con hidratos de carbono complejos y fibra. Ingiere más cantidad de proteínas de los quesos frescos y yogures proteicos, huevos, e introduce los frutos secos que aportan mucha proteína y grasas saludables, que junto con la fibra ayudarán a saciarte y mantener la energía constante durante el día.

 En términos generales todo desayuno debería aportar la energía para la actividad que se va a realizar, consumiendo la cantidad necesaria de hidratos de carbono complejos sin azúcar añadida, siendo en este aspecto idóneos los cereales integrales. Incluir más fibra, bien sea de los cereales de grano entero y/o de la fruta, incluir más proteínas del huevo, quesos frescos o de los frutos secos y más grasas saludables como las que aporta el aceite de oliva virgen extra.

Como con muchas de las recomendaciones que doy, siempre digo que cada uno debe probar qué estrategia es la más adecuada para cada caso. Introducir cambios y alimentos nuevos va a permitir modificar el desayuno y adaptarlo a tus necesidades diarias pudiendo convertirlo en una comida más sana, variada y equilibrada.