Cómo descansar entre temporadas
¿Cuánto descanso al final de temporada? ¿Tengo que descansar? ¿Qué ocurre si no descanso?
Eternas dudas del ciclista recreativo que tiene pavor a dejar la bicicleta por un tiempo. Unos porque saben que si paran varias semanas, van a coger unos kilos que luego llevará su sacrificio perder y otros porque son conocedores que la forma se pierde con suma facilidad una vez que dejas de salir con regularidad. Y más si paras del todo.
Es cierto que un ciclista profesional vive en cuerpo y alma para entrenar y competir, lleva una alimentación adecuada, descansa cuando le toca, está controlado en todo momento, realizan alrededor de 25.000/30.000 kms por temporada y encima la edad les acompaña. Ellos al finalizar la temporada suelen descansar de tres semanas a un mes. En muchos casos sin nada de actividad y realizando vida contemplativa. A partir de tres semanas de descanso hay que volver a realizar una nueva base. Cada año es lo mismo. Dependiendo del entrenador y experiencia después de tantos años, saben qué les viene mejor y forma de plantear la base. Pero antes han descansado.
Sin embargo, los cicloturistas no quieren descansar porque están hechos de otra pasta y parece ser que no se cansan. Además no quieren perder la forma que tanto les ha costado conseguir.
De entrada, para ganar la forma antes tienes que perderla. Si quieres mantenerte siempre al mismo nivel, no lo vas a conseguir. Y ya no vamos a entrar en la edad, actividad laboral que tengas, horas de sueño, alimentación, etc., etc.
También es verdad que nos encontramos con cicloturistas que están deseando acabar su temporada con la marcha para la que han estado entrenando todo el año y al finalizar colgar la bici por uno o dos meses. Algo que tampoco es recomendable.
Lo que sí debes intentar es alcanzar la máxima forma al final de cada temporada, porque aunque pierdas algo de forma durante el descanso de transición, el inicio de la nueva temporada será a un escalón más elevado. Razones por las que es bueno descansar:
- Mentalmente viene muy bien. Debes contar con el cansancio psicológico además del físico. De hecho, no son pocos ciclistas que compiten en master y cicloturistas que terminan “quemados” a final de temporada al tener que mantener una disciplina durante varios meses.
- El organismo necesita resetearse. Ten en cuenta que el ejercicio intenso y con un importante volumen de horas, somete al organismo al agotamiento. El sistema vegetativo simpático y parasimpático ha sido un no parar durante meses. A nivel hormonal, celular y enzimático debe regenerarse y establecer unos valores estables con el que pueda alcanzar un equilibrio. Lo que sería mantener su homeostasis (una regulación a nivel interno para que se reconstruya).
- Es momento de recapacitar y planificar la siguiente temporada. Analizar errores y virtudes que has adquirido. Visualizar cómo puedes mejorar y estamos seguros que cuando vuelvas a los entrenamientos lo harás con más ganas.
Respecto a la duración del descanso, también puede darse alguna circunstancia particular:
- El final de temporada ha sido un caos porque a mitad de la misma has tenido un parón importante por lesión, enfermedad o trabajo, por ejemplo. Supongamos que en septiembre te reenganchaste a la bicicleta después de haber estado parado más de tres semanas. En estos casos, no sería necesario realizar un parón tan prolongado al cambiar de temporada y podrías dejarlo en dos semanas de descanso. Está claro que la fatiga que tienes acumulada no tiene nada que ver con una situación o temporada normal y no tienes tanto que recuperar. Lo que no debes hacer es empalmar una temporada con otra y comenzarla en septiembre porque gestionarla a lo largo del tiempo puede ser muy complicado.
¿Hay que parar del todo?
Aquí entramos en una disyuntiva. Están aquellos que sufren porque van a perder demasiado, los que no pueden pasar sin dar pedales, los que suben de peso, los que se aburren en casa, etc., etc.
Por un lado si paras del todo durante tres semanas, la pérdida de las adaptaciones a nivel muscular y cardiovascular es muy importante. Tampoco deberías preocuparte mucho por ello y si has terminado a un nivel elevado y con más adaptaciones que pasadas temporadas, aunque pierdas, siempre comenzarás a un nivel mayor y con mejores sensaciones.
Si por ejemplo, eres un ciclista que dispone de poco tiempo para entrenar, parar tres semanas y perder “todo”, puede suponer que en la nueva temporada necesites más tiempo para ir creando adaptaciones. En este caso, realizar un “parón más activo”, o de menor duración, dos semanas, podría ser una solución.
Al final si te das cuenta volvemos a lo de siempre: individualización.
¿Cuánto descanso?
Tres semanas: Aquellos ciclistas que ya tienen un gran nivel, que la temporada ha sido larga y han competido mucho, o han participado en varias marchas. Aquellos que habitualmente tienen mucho tiempo para entrenar, aquellos que cogen la forma con facilidad. Si eres de los que te es imposible descansar del todo, algo que podrías hacer y que permitiese el descanso, sería:
- Caminatas un par de días a la semana. Varias horas y en terreno sinuoso.
- Si sales en bicicleta, máximo un par de días a la semana y por debajo del umbral aeróbico.
- Natación con apenas intensidad.
- Comenzar con el gimnasio unos días antes de terminar el descanso para evitar agujetas al comienzo de la temporada.
Si paras dos semanas, estaría bien que fuesen del todo y sin actividad porque las adaptaciones perdidas no van a ser ni de lejos, las que se producen tras parar tres semanas y el descanso te vendrá genial.
Lo que está claro es que debes dejar que el organismo se recupere por lo que te hemos descrito anteriormente y durante este tiempo, en ningún caso deberías realizar ejercicios explosivos e intensos. Siempre con el fin de recuperar positivamente de cara a la siguiente temporada.