• Ingredientes para una persona: 1 brócoli pequeño, 1 trozo de jengibre fresco al gusto, 1 diente de ajo pequeño, 5 ml de vinage de Jerez, 5 ml de zumo de limón, ralladura limón (al gusto), semillas de alcaravea una cucharadita, 1 cucharadita de comino en grano, tomillo seco al gusto, 1 huevo, 2 cucharaditas de cúrcuma molida, pimienta negra molida, sal y aceite de oliva virgen extra.
  • Elaboración: Cortar los ramilletes del brócoli y las hojas. Lavar con suavidad los ramilletes y las hojas, escurrir y picar con un procesador de alimentos o picadora. También se puede rallar o picar a lo bruto con un buen cuchillo -y mucho cuidado-. Hay que obtejer una textura granulada muy fina, como el cuscús real. Calentar una sartén antiadherente y tostar ligeramente las semillas de comino y alcaravea. Añadir un poco de aceite con el jengibre rallado y el diente de ajo picado. Dar unas vueltas hasta que se empiecen a dorar, a fuego medio, y agregar el brócoli con el tomillo. Echar también las hojas grandes del brócoli picadas, reservando las pequeñas (opcional). Saltear un minuto, añadir el vinagre y el zumo de limón y remover bien. Salpimentar y saltear a fuego vivo unos pocos minutos más. Se puede dejar la textura que se quiera, pero no hace falta mucho tiempo de cocción. Reservar caliente mientras cocinamos el huevo. Calentar un cazo con agua abundante y una o dos cucharaditas colmadas de cúrcuma, removiendo bien para que se disuelva. Llevar a ebullición, sin dejar que hierva a borbotones, y cocer el huevo escalfándolo según el método que uséis habitualmente. Los utensilios de silicona que hay en el mercado van bastante bien para no complicarse. Sacar pasados 4-8 minutos, dependiendo de cómo nos guste de cuajado. Servir el falso cuscús de brócoli ajustando el punto de sal. Coronar con el huevo recién hecho y añadir una pizca de sal en escamas y pimienta negra recién molida. Acompañar con las hojitas de brócoli que hayamos reservado, en su caso.