La actual crisis del COVID-19 que actualmente estamos sufriendo ha impuesto cambios importantes en nuestras vidas que en el plano ciclista ha obligado a retomar los rodillos o tener que comprar unos para al menos poder pasar este periodo de cuarentena haciendo lo que más nos gusta y por otro lado haciendo ejercicio físico, que es una de las medidas recomendadas para hacer frente al coronavirus.
Alguno podrá pensar que es una casualidad pero estos días he recibido un aluvión de consultas de compañeros de grupeta preguntándome, en el mejor de los casos si era normal que se les cargaran tanto la musculatura, y en el peor de ellos cómo podían autotratarse determinados dolores musculares que les habían aparecido.
Por un lado, debemos tener en cuenta que la mayoría de nosotros no estamos acostumbrados a hacer rodillos, y eso resulta en un factor de sobrecarga importante durante los primeros días mientras nos adaptamos.
Sin embargo, independientemente de que nos adaptemos poco a poco durante todo este periodo de cuarentena, existen otros factores intrínsecos a la práctica de ciclismo en rodillo que van a aumentar la posibilidad de que se produzcan las sobrecargas y lesiones musculares.
Uno de los factores más importantes es la falta de variabilidad. Esto que puede parecer irrelevante, es uno de los factores que por ejemplo pueden observarse en cualquier trabajo repetitivo, aunque sea de poca intensidad, ya que esa falta de variabilidad provoca que de alguna forma determinados músculos no puedan tener “descanso”.
Si por ejemplo analizamos cualquier salida en bici veremos que el ritmo fluctúa mucho, y no sólo por el cambio en las pendientes que también podemos encontrar en un rodillo, sino por múltiples variables como el viento, rodar en grupo o un simple bache en la carretera que nos hace esquivarlo.
Pues bien, practicar rodillo va a imponer a nuestra musculatura una gran sobrecarga derivada de esta falta de variabilidad. Por este motivo mi recomendación es que trates de levantarte y cambiar el ritmo y cadencia en lo medida de lo posible.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que uno de los aspectos fundamentales en el metabolismo muscular es la hidratación, y la práctica de rodillos en un lugar cerrado y sin el efecto del viento va a provocar una importante deshidratación que veremos reflejada en nuestra frecuencia cardíaca, pero también posteriormente en la musculatura.
Hay algún otro factor que podríamos analizar, pero creo que sólo teniendo en cuenta estos dos ya puedes hacerte una idea de que hay un caldo de cultivo abonado para tener sobrecargas y contracturas musculares.
Si a esto le unimos que los centros de fisioterapia están cerrados, no queda otra que cuidarse uno mismo en casa y pedir consejos a nuestro fisio de confianza.
Sin embargo, no todo van a ser malas noticias y a día de hoy existen plataformas web como HEFORA con acceso a través de APP que permiten que nuestro fisio nos ponga un plan de ejercicios complementario a la práctica de rodillo para poder de alguna forma compensar en casa estos factores anteriormente citados y prevenir la aparición de sobrecargas y lesiones.
Durante estos días he tenido la oportunidad de hablar con algunos compañeros ciclistas y mandarles ejercicios con este objetivo y en algunos casos también que han sufrido contracturas ponerles un plan personalizado de autotratamiento.
La plataforma se encuentra abierta de forma totalmente gratuita durante este periodo por lo que podéis pedirle a vuestro fisio que os dé alguna recomendación y os envíe ejercicios que os ayuden a llevar este periodo de la mejor forma posible.
Si no tenéis a ningún fisio de confianza podéis consultar a cualquiera de los que se encuentran en la plataforma HEFORA dentro de la sección de profesionales, ya que acabamos de lanzar en redes sociales que todos aquellos fisios que quieran colaborar en el reto #yohagofisioencasa se inscriban en la plataforma de forma gratuita y ayuden a personas que en este momento estén teniendo cualquier dolor o quieran pedir consejo de un fisioterapeuta.
Yo he tenido la oportunidad de usarla estos días y os comparto un ejemplo donde se mandan unos ejercicios para estirar y automasajear el cuello.
Agradecer la aportación del artículo y gestiones para ofrecer los servicios de la plataforma HEFORA, al Dr. Pablo Herrero Gallego. Diplomado en Fisioterapia, especializado en el área de Fisioterapia Invasiva y Dolor Miofascial.
Doctor en Fisioterapia por la Universidad de Zaragoza con Mención Europea.