En los últimos años, la medición de potencia se ha convertido en una parte cada vez más popular del entrenamiento de los ciclistas. Los medidores de potencia se han vuelto más baratos a medida que nuevos fabricantes han entrado en este mercado.
¿Qué es un medidor de potencia?
En la bicicleta debemos superar las fuerzas de la gravedad, la resistencia al viento y al rozamiento de os neumáticos con el asfalto. La potencia es la velocidad a la que trabajamos, por lo que a más potencia, más rápido iremos. Lo que hace el potenciómetro es, simplemente, medirla.
¿Por qué usar un medidor de potencia?
Joe Friel llama a un medidor de potencia “la herramienta más efectiva que puedes obtener para ir más rápido en una bicicleta”. Antes de su existencia, los ciclistas profesionales usaban la frecuencia cardíaca como referencia. No es nada fiable ya que factores como el clima, el descanso etc. pueden alterarlo. El potenciómetro nos da la medida exacta sin que influyan elementos externos. Por ejemplo, un ciclista puede trabajar un día a 250w. y 170 pulsaciones y otro día a 250w. puede marcar 150. Lo malo de estos medidores es que son muy caros (salvo que compres sólo el de una pierna).
Tipos de medidor de potencia
Potenciómetro de biela:
Tiene sus extensómetros en la araña. Esto significa que la potencia de ambas bielas pasan por el medidor dando una lectura muy exacta. Una alternativa barata es llevarlo sólo en el pie izquierdo, la pierna derecha la estima. En los medidores modernos que usan este sistema son muy precisos y nos ahorramos mucho dinero.
De buje:
Son los más fciles de montar y van colocados en el buje de la rueda trasera. El mayor problema que tienen es si utilizas varios juegos de ruedas y tampoco son válidos para todo tipo de ruedas.
De pedales:
Tienen un medidor por pedal, de tal forma que la información procede de ambas piernas. El problema que presentan es que se trata de dos medidores de potencia diferentes e independientes, por lo que son más pesados y el riesgo de tener problemas es del doble.
De zapatilla:
Los últimos avances han propiciado que existan zapatillas con medidores incluidos. Lo bueno es que no aumentan el peso de nuestra bici, nos sirven para todo tipo de bicicletas.
El mayor problema que tienen los medidores de potencia es el precio, aunque han bajado bastante. Sin embargo, si te lo puedes permitir, es una de las mejores inversiones que puedes hacer si quieres dar un salto extra de calidad a tus entrenamientos.