Una de las sustancias más conocidas en el mundo del ciclismo y no precisamente por bien, es la EPO. Sus siglas se corresponden con la eritropoyetina. Se trata de una hormona que se produce en el riñón. Su función es mantener los glóbulos rojos en sangre constantes. Esta es la clave que por qué se ha usado tanto en el ciclismo. Si se toma de forma excesiva, el número de glóbulos rojos aumenta. Estos son los responsables de transportar oxígeno a los músculos. De esta forma, si hay más oxígeno en ellos, más son capaces de rendir.

Si bien debemos tener claro que tomar EPO es una sustancia dopante y que puede poner en riesgo nuestra salud, si hay alimentos naturales que pueden hacer un efecto “similar”. Hablamos de la remolacha. Los efectos que tiene, son salvando las distancias, similares a los de la EPO con la salvedad de que se trata de algo totalmente natural. Veamos cuáles son:

–Proporciona grandes cantidades de nitrato, lo que aumenta los niveles de nitrito en sangre. Este nitrito ayuda a que aumenten los niveles de hemoglobina que es la sustancia que se encarga de transportar el oxígeno a través del cuerpo. Por tanto, si a nuestros músculos llega más oxígeno significa que mejoramos nuestro rendimiento, ya que estos tienen más combustible para quemar.

-Rica en vitamina C: Mejora, por ejemplo, el asma, una enfermedad que padecen muchos ciclistas.

-Carbohidratos: Posee un 8.5% de carbohidratos de acción lenta, lo que da energía durante horas.

-Anticancerígeno: Gracias a la biochanina A.

Como vemos, lo que nos interesa realmente es el primer apartado. Al mismo tiempo, se trata de un alimento muy bueno para los ciclistas, ya que tiene un alto contenido en agua y azúcares. Al mismo tiempo proporciona potasio, sodio y vitamina b12.

Estudios demuestran que tomar remolacha ayuda a mejorar el rendimiento. En la revista española de la Academia de Nutrición y Dietética de España se hizo un estudio con corredores en el que aquellos que habían consumido 200 g de remolacha aumentaron su rendimiento en un 3%.

Efectos similares se pueden encontrar cuando se entrena en altitud. En estos casos, hay menos oxígeno en el aire que a nivel del mar, por lo que se producen una serie de adaptaciones relativas al transporte de oxígeno a los músculos y el aumento de glóbulos rojos.